La historia de Detmold, una de las momias más antiguas del mundo.

En muchas culturas antiguas, el culto a la muerte era común. La gente intentó inmortalizar a alguien que había muerto, una de estas formas era momificar el cuerpo de la persona. La momificación animal, por ejemplo, tiene sus raíces más antiguas en el antiguo Egipto, que tuvo sus primeras momias animales oficialmente encontradas en el campo de la arqueología en 1888.

Ya con gente, los egipcios creyeron en la vida eterna después de la muerte y por eso construyeron pirámides y momificaron los cuerpos. En el Perú también prevaleció esta costumbre desde hace algunos años y un ejemplo de ello es el hallazgo de un cuerpo de un niño peruano que vivió hace 6500 años.

La momia del niño fue exhibida en el Museo Etnográfico de la ciudad de Witzenhausen, Alemania. El Museo recibió la momia en 1987 a través de una donación privada.

La momia ya estaba en mal estado de conservación y fue restaurada por especialistas.

Después de su restauración, especialistas estudiaron la historia de la momia.

La niña tenía los ojos cerrados, las piernas arqueadas y los brazos cruzados. Esto significa que el niño estaba en una postura típica de los entierros en su cultura.

Llevaba un paño de lino y un amuleto, que era un pequeño colgante rectangular alrededor de su cuello. Un TAC reveló que el amuleto estaba hecho de hueso.

También pusieron a la momia a través de la datación por radiocarbono, y encontraron que "el niño Detmold vivió y murió entre 4505 y 4507 a. C., lo que lo convierte en una de las momias más antiguas del mundo, si no la más vieja.