𝑨𝒓𝒒𝒖𝒆𝒐𝒍𝒐𝒈í𝒂

 Los delicados objetos hechos en su mayoría de oro y con incrustaciones de vidrio fundido, cuando se ofrecieron a la venta por primera vez en Europa, se consideraron falsificaciones. Sin embargo, su autenticidad fue confirmada en 1844 por R. Lepsius, quien durante su expedición a Egipto y Nubia había visitado Meroë y había visto las pirámides. La mayor parte de estos hallazgos fueron luego comprados por Berlín, la parte más pequeña ya había sido comprada por Luis I de Baviera. Las joyas pertenecieron a la reina Amanishakheto, quien ostentaba el título de soberana del reino de Kush, donde reinó en el 1er . siglo antes de Cristo Las joyas preciosas muestran influencia faraónica y helenística en el diseño.

  Este anillo de oro finamente modelado, decorado con un rostro humano feroz, fue elaborado por la cultura celta de La Tène de la Edad del Hierro. La civilización de La Tène se centró en la actual Suiza y el norte de Alemania, pero se extendió hasta la moderna Italia. Se dice que este anillo fue excavado en Cerdeña. Los metalúrgicos de La Tène eran famosos por la calidad de su trabajo y en las tumbas se han encontrado anillos, torques y brazaletes de oro y plata muy finos. Este anillo forma parte de una colección de más de 600 anillos y gemas grabadas de la colección de Edmund Waterton (1830-87) y es uno de los primeros objetos de la colección. Waterton fue uno de los principales coleccionistas de anillos del siglo XIX y autor de varios artículos sobre anillos, un libro sobre la devoción inglesa a la Virgen María y un catálogo inacabado de su colección (el manuscrito se encuentra ahora en la Biblioteca Nacional de Arte). Waterton se destacó por su extravagancia y los problemas financie